miércoles, 20 de noviembre de 2013

Mítica Ofrenda.
Encausto y tela sobre cerámica en base de mármol.
22 x 40 x 37 cms.

                                                              




     Mítica Ofrenda.

Darse,
perderse a sí mism@ y
ofrendarse como una
acción que tiene que ver
con el alma.
Dejar de ser para SER.

Y el amor llegó y no me di cuenta

Olvidé mi puerta abierta y tan sólo apareció,
no lo quise, no lo pensé,
así fue que un día llegaste,
y te quedaste, sin planearlo,
muy dentro de mi corazón,

y el amor llegó y el tiempo pasó,
como pasan las horas en un viejo reloj de arena,
y todo tu amor a mi amor enamoró,
y para no mentirte te digo,
yo no me di cuenta,

y el amor llegó y no pude pensar,
y me dejé llevar por tus besos
y por tu forma de ser,
y un día reí contigo, y hasta tuve tiempo para llorar,
y no me di cuenta, que me estaba dejando amar.

Marcelo Roberto Galán Capel.
Tinta de Sangre.
                                             Poeta Argentino.                                            

domingo, 17 de noviembre de 2013

Monotipia.
Náufrago de Letras.




Náufrago de letras.

Si me preguntaras,
diría que estoy más
allá de mi piel,
desde mi despertar
soy un náufrago de letras
en un trozo de papel,

¡llévame!,

no dejes que mis
manos se adelanten,
mi libertad le ordena a mi voz,
mi voz tira de las cadenas,

¡búscame!,

sin más silencio ven por mí,
ya es tiempo.

Marcelo Roberto Galán Capel.
Tinta de Sangre.
Poeta Argentino.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Monotipia.
"El último vuelo del cóndor".

                                               

El último vuelo del cóndor.

Sólo hazme el amor,
no me perderás si vuelas
muy alto y te dejas caer,
en pedazos serás sabio,
en tu despedida hallarás vida.

Hazme el amor

Roba mis ojos y el placer de la mirada,
toca mis manos,
dile a los ángeles,
deja tu cabello librado al viento y
permite a tu corazón galopar,

escúchate cantar y borra viejas tristezas,
descubre el mañana en lo alto,
en las estrellas,
siente el fresco verde al amanecer,
respira como si nunca más,

háblale a mis labios con palabras silenciosas,
llega tarde a todos lados por una caricia,
cuéntale al agua tus fantasías,
derriba los miedos,
conquista mi cuerpo,

arde conmigo,
repite tus deseos una y otra vez,
toma una copa de vino,
derrámala sobre mi piel,
calma tu sed,

regálame tu dulzura,
huele la humedad que provocas,
sorpréndete por el goce,
descubre, ventura,
vé más allá,

¡sólo hazme el amor!

Marcelo Roberto Galán Capel
Tinta de Sangre.
Poeta Argentino.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Cartapacio del destino.


“Cartapacio del destino” conjuga una pareja de manos, una femenina y otra masculina, que representa a la humanidad y sus vidas enlazadas para forjar y urdir su propio destino, con causas y efectos. Las diversas palmas de las manos, como las hojas de un libro, van trazando mapas de ruta del alma y sus líneas cambiantes, que simbolizan el futuro en constante cambio, están formadas por letras que van ordenándose conforme la experiencia de vida y unidas con el hilo rojo, eje entre distintas personas o acontecimientos. Las palmas u hojas se despliegan en círculo, semejando un mandala, que representa el movimiento constante de la existencia y del propio destino. 

TÉCNICA UTILIZADA
Las portadas del libro “Cartapacio del destino”, fueron modeladas primero cada una en terracota, después se crearon dos moldes de silicón, uno para cada mano, y con ello obtener dos piezas en cera, que fueron detalladas, y luego llevadas a la fundición en aluminio. Las palmas u hojas del libro fueron primero dibujadas sobre un pliego de papel, cien por ciento algodón, después cortadas. Sobre cada palma fueron dibujadas, con tinta china, las letras que forman las líneas y al final dándole color al pastel. En la contraportada principal del libro, mano de aluminio, se creó con cartón una pequeña caja oval, en forma de ojo, para contener un ovillo de hilo rojo que entreteje de manera representativa las vidas humanas.


En una coproducción creativa de Godofredo Olivares y A.R. Amaitée.



Cartapacio del destino.

Los ojos en las manos
tejen destinos,
conectan.
Conducen los hilos
al rojo que da vida.
Las almas despliegan
recorren los círculos.
Momento de encuentro.
Hilos entrelazados
disuelven muros.
Minotauros y Ariadnas,
laberinto de pasión.

A.R. Amaitée.